jueves, 29 de marzo de 2012

Say (las piernas más bonitas)

Causa y efecto. El azar, oh lógica divina y algo más, supo hacerme una serie de preguntas indecentes, personales. Preguntas que no se le contestan a nadie, y que encontré tan sorprendido como feliz que moría en deseos de contestar; y contesté. Como siempre que las cosas me superan contesté, y contesté mal. 
Eso, todo eso, no importa ahora, porque está hecho. Te di la bienvenida a mi lado oscuro, pero nunca te dije a dónde estabas yendo. Te dije que era complicado, pero nunca te dije que no tenía solución. Te traté de salvar antes de caer y casi queriendo encontrarte sin que nunca te hubieras perdido. 
Entre la oscuridad se me aparecen algunos recuerdos, algunas palabras, alguna frase que ya no me voy a poder olvidar.
Suelo caer en preguntas indecentes, igual que vos, sabiendo lo mismo y sabiendo del deseo de contestarlas. Tanto que ni se les da la posibilidad, pobres preguntas, de enunciarse completamente.
Solo queda un poco de poesía que no es mía para disfrutar de que otro le ponga palabras a las cosas. Que las saque de la cajita de cohíba, esas de madera... y pensar, no tanto, prometo intentar.


[La Renga. Dioses de Terciopelo]

Cuándo el cielo cuelgue a tu alrededor
y la tierra se abra otra vez
cuándo haya huido ya el último tren
conmigo te llevaré

Cuándo el agua bese el temblor de tus pies
y la muerte baile a nuestro alrededor
cuando todo sea olvido otra vez
yo te recordaré

Sólo el amor sostiene el deseo
de ese torbellino en tu corazón
nada lo detiene destilando fuego
en tus ojos llameantes yo veo el sol

Sólo el amor sacrifica tu anhelo
todo el caramelo cristalizó
sueño de dioses de terciopelo
pidiendo que sólo, sólo salves tu amor...

Sólo el amor sostiene el deseo
de ese torbellino en tu corazón
nada lo detiene destilando fuego
en tus ojos llameantes yo veo el sol

Sólo el amor sacrifica tu anhelo
todo el caramelo cristalizó
sueño de dioses de terciopelo
pidiendo que sólo, salves tu amor...

Cuándo seamos alimento de la estrella por venir
y en la basta soledad se haya tenido que perder
cuándo ya no exista el lugar en donde estés
yo te encontraré

viernes, 2 de marzo de 2012

Valium

[...It doesn´t make a difference if we make it or not...]

La ansiedad, la ira, todas esas ganas de controlar el tiempo. No todo lo controlas y no todo te controla. Vivo pendiente del puto equilibrio que no hace más que atormentar. Desearía no haberme arrepentido de nada dentro de unos años, porque esa raíz cuadrada que me mata, que siempre me mató, la de dos, me lo va a recordar para siempre.
Cuando nos dan la fuerza para hacer las cosas, deberían acompañarla con un papel que dijera para qué hay que hacerlas. Así, cuando se está en el medio de la noche, en bajada y sin frenos, no tomaría más que meter la mano en el bolsillo, leerlo y recordarlo todo. Recordar hace que la sangre corra. El recuerdo tiene fuerza propia... transporta hambre. Pero nadie nos da ningún papel. Tal vez por eso acumulo tantos en casa, uno encima del otro, y del otro y del otro, hasta que se hacen tantos que no se ni de donde salieron. 
Estoy dejando ir varias cosas, con mucha calma y sin ansiedad. Estoy dejando ir a muchas gentes, con mucha calma y sin ansiedad. Debería ordenar mis papeles, calmado... sin ansiedad.