He
vuelto de la muerte. He vuelto tantas veces de tus odios. He vuelto siempre
sano y salvo de mis miedos. He vuelto de tus mentiras, de tus sombras y de los
llantos. He vuelto intoxicado de bienes y males. He vuelto del amor y del
hostigamiento intransigente de la victoria. He vuelto de la expectativa y del
olor a campeón. He vuelto de todo augurio de toda esperanza. He vuelto de un
par de rondas nocturnas. He vuelto de la última guardia de hoy. He vuelto de mi
anhelo por tenerla conmigo, de las ansias por ofrecerle mis sueños. He vuelto
de la farra interminable del idealismo. He vuelto de la tertulia desopilante
del sentido común, de tanto óxido. He vuelto y acá estoy, soy suyo.