viernes, 6 de septiembre de 2013

Wrote a song for everyone

Los desconocidos lo creyeron soberbio, los amigos lo creyeron traidor, su amor lo creyó infiel. Lo arrestaron abusando de la pasión por ideales que fueron más astutos que él, y de él se alimentaron. Se confinó a sí mismo a una inmejorable calma en la que lamentarse por cómo debiera ser el mundo.
Solo hizo falta la peste del tiempo para que los desconocidos lo volvieran leyenda, los amigos lo coronaran y su amor lo hiciera rey. Y solo hizo falta una probada del disfrute del anhelo, para saberlo efímero y gris.

Pensar la luz, pensar lo grande, lo universalmente indicado no debiera ser pecado del ego, sino fuego para alimentar las almas.