viernes, 6 de septiembre de 2013

Wrote a song for everyone

Los desconocidos lo creyeron soberbio, los amigos lo creyeron traidor, su amor lo creyó infiel. Lo arrestaron abusando de la pasión por ideales que fueron más astutos que él, y de él se alimentaron. Se confinó a sí mismo a una inmejorable calma en la que lamentarse por cómo debiera ser el mundo.
Solo hizo falta la peste del tiempo para que los desconocidos lo volvieran leyenda, los amigos lo coronaran y su amor lo hiciera rey. Y solo hizo falta una probada del disfrute del anhelo, para saberlo efímero y gris.

Pensar la luz, pensar lo grande, lo universalmente indicado no debiera ser pecado del ego, sino fuego para alimentar las almas.

jueves, 27 de junio de 2013

Las exteriorizaciones simbólicas

Todos significamos, relativamente, algo para alguien. Eventual y coyunturalmente somos lo viejo, lo presente o lo nuevo. Salvedad válida al respecto de las connotaciones –peyorativas o no– que pudieran hacerse al respecto, siempre caemos en alguna de estas características funcionales.
Así las cosas, no podríamos decir que uno, en tanto objeto o sujeto, signifique nada. Uno significa, entonces, en tanto exteriorizaciones simbólicas. Aún más, en ese orden de ideas, uno significa para sí mismo según sus propias exteriorizaciones simbólicas. La disociación entre el sujeto-objeto que nos compone y una suerte de entidad que se manifiesta, es evidente.
Las exteriorizaciones simbólicas se dan condicionadas por una serie de factores internos y externos. En los primeros, conviven dos clases de reacciones: las anteriores y las posteriores. Las anteriores son las puras, las inocentes y las más versátiles. Las posteriores siguen siendo internas, mas rígidamente condicionadas por los factores externos, y disimuladas a tal punto que ni en veinte años de diván podríamos encontrarlas en sus oscuras ciénagas.
Deberíamos concluir entonces, que las tres significaciones relativas están más ligadas a la noción temporal de lo que podría a priori deducirse. También deberíamos acordar, en que a fin de convivir con estas significaciones, debemos considerarnos como un tercero, a propósito de estas.
Entonces, puede uno encontrar quietud estando seguro de consagrar en la unidad de tiempo que desee, una parte de aquella entidad manifestada a cada una de las nociones temporales que caben en nuestra razón sin demasiado esfuerzo metafísico. No hacerlo estaría significando, finalmente, un insulto a nuestro significado.

lunes, 17 de junio de 2013

Manifiesto vehementemente

Vengo de una cuna cargada de amor, esfuerzo, inconsciencia y claridad mental.  No puedo imponerme ser esencialmente distinto y no puedo dejar de exigirme ser espiritualmente mejor. El determinismo que  marca un legado nunca me ha dejado olvidar el hambre que no sufrí, y de ahí una ambición por la justicia interminable, gigante en los diminutos y efímeros momentos de la vida.

Vengo de un molde cortado con la cuchilla del intelectual sin estudio, del apasionado prudente y del protagonista modesto. No puedo entregarme al vicio de rebajar ni ser rebajado ante nadie. Una sola idea primitiva desvanece la electricidad de un mundo disimulado, y por ello he de recordar que me debo a mí y luego a mis pares, en quienes deposito la alegría de haber saldado la cuenta propia.

Vengo de un ideal herido, de un principio truncado y de un estandarte manchado por la crueldad ajena. No puedo correr desbocado sin aprender, sin recordar. La sinergia de cada uno de los eventos pasados me hace responsable por el modo en que me comporte ante los futuros. Por ello, debo despegarme de la relatividad terrenal entre el bien y el mal, sabiendo que esta aplica a ambos identidad de reglas.

Vengo de una explosión de poder vital, un torbellino que arrasa y una mano delicada que acaricia. No puedo permitirme hacer bien a otros sin antes hacerlo conmigo. Idea con paradoja por médula, que se eleva en los más afinados cantos del mundo disimulado y pretende alzar en júbilo a quien muere por dentro, ante el silencio de todos.

Vengo del mundo del equilibrio, de la conexión con el suelo, de la reflexión que consuma. No puedo dejar que se detenga el diálogo, la llama que ilumina la puerta a la casa del pensamiento… allí donde habitan la razón y el azar. Y no es amor a lo metafísico, elevado. Es amor a lo inicial, a lo primero, a lo eminente.

Y vengo del mundo en el que estoy ahora y en el que tal vez estaré mañana. Me desautorizo a caminar hacia el frente de espaldas. Me desautorizo a caminar hacia adelante con la sien clavada en el horizonte. Me hago responsable de ser un poco en cada uno, y ser todo en mí. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Le Quai.

Si te paras a pensar, cada segundo está lleno de sentido. Como la luz que inunda diferente los ojos trasnochados, la realidad está siendo ahora; es desapasionado negarlo.
Pero ahí van... ahí van todos corriendo a la mejor uva. Querer decir solo por querer decir, y jugar condicionado de entrada por suertes que no son las propias. Tienen algo que quieren, que queremos y que quiero... actuar es la desestructura, dijo el chamán.
La felicidad es un estado tan complejo de mantener, que muchos hombres le huyen aterrados en el inconsciente deseo de tener algo para decir, algo para compartir, algo para hablar de la tristeza berreta, la tristeza que se elige.
Una dinámica incomprensible que te eleva... y volcás; salud!.

jueves, 30 de mayo de 2013

Estado de conciencia

La gente que vive de ideas residuales ve ampliado su mundo hasta todo otro nuevo horizonte. Ve su cosmovisión sacudida con cada palabra pronunciada por otros labios. Ve como su existencia se incomoda hasta que logra la fotosíntesis intelectual de lo insospechado.
Así las cosas, y en cadena interpersonal de ideas residuales condensadas por mi querido amigo Avalos, los vuelvo a dejar con un excelso escrito -y por qué no decirlo- esfuerzo lógico. 
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A Vanesa Maraschin, por haberme regalado la desdicha de la duda. Nunca un regalo me había hecho tanto daño, ni me había dado tanta libertad. Por las horas felices que me das interpelándome a cuestionar la existencia.

///Y VISTOS, 
Los autos caratulados “U.P.M. S/ INTERPONE RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” Expte. Nro. 3747/11, de trámite por ante el Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional Nro. 4 de Río Gallegos, capital de la Provincia de Santa Cruz, traídos a despacho para resolver, y de cuyas constancias, 
RESULTA, 
Que se inician las presentes actuaciones a raíz de la denuncia presentada por U.P.M., el 20 de Diciembre de 2011, en la Comisaría Seccional Tercera de Policía, oportunidad en la que refirió que en igual fecha siendo las 16:28 horas, momento que se disponía a su muerte, la misma advirtió que de acontecer el deceso, no se encontraba eximida de culpa por las faltas cometidas en tierra;
Que a fs. 2 obra glosada fotocopia certificada de la constancia de última confesión clerigal expedida por la Parroquia San Vicente de Paul local, que data del año 1999;
Que a fs. 4/5, la denunciante interpuso recurso de inconstitucionalidad a los fines de cuestionar la validez de la norma que prescribe: “las personas que no se hayan arrepentido de sus pecados terrenales ante autoridad competente previo a su muerte, serán condenadas al infierno. A las arrepentidas confesadas al momento de su deceso les corresponde el cielo. Si no existiere mérito suficiente para condenar o eximir de culpa,  corresponderá el purgatorio (…).-
Que la denunciante fundamenta su petición, alegando que el deceso resulta ser un hecho ajeno a la voluntad de los individuos, y que la arbitrariedad acerca de la fecha de su acontecimiento violenta el derecho a la dignidad de vida humana, toda vez que imposibilita a cada hombre y mujer a abandonar el cuerpo eximido de culpa por las faltas cometidas en tierra. Lo que cuestiona no es la eximisión de la pena en si misma, sino la imposibilidad de solicitar la redención en tierra, siendo que este requisito resulta indispensable para evitar la condena al averno, y que una vez producido el deceso, la misma resulta irrecurible y eterna.- 
  Que corre agregado por cuerda Incidente de Interposición de Medida Cautelar, mediante el que se concedió la suspención de la muerte de la solicitante hasta tanto se resolviera la cuestión de fondo, y,
CONSIDERANDO:
Que el titular de la vindicta pública entendió que la norma cuya constitucionalidad se cuestiona resulta válida en todo su contenido toda vez que la misma emana formalmente de una autoridad competente, y que, de acuerdo a los preceptos lógicos y metafísicos no puede en consecuencia ser errada, solicitando finalmente se rechase el recurso interpuesto y se ordene la continuidad del suceso mortal.-
Que adelanta esta magistrada que a los fines de analizar la cuestión de marras, habré de estudiar la validez de la norma en relación al “estado de conciencia post mortem” ;
Que primeramente, ha de tenerse presente que el estado de conciencia post mortem, se define como aquella capacidad del sujeto de mantener inalteradas sus facultades mentales, ideas, ideologías, sentimientos, recuerdos, proyecciones, lenguaje, reflexiones, y en fín todo elemento constitutivo de la intelectualidad y sentimientos humanos, después del deceso biológico de su cuerpo.-
Que efectivamente la cuestión planteada implica dos hipótesis posibles: 1) si el estado de conciencia se extingue junto con la extinción de los signos vitales del cuerpo, entonces la condena al infierno, resulta eternamente inalterable, pues no cabría la posibilidad de alteración moralmente justificante que admita la redención; 2) si el estado de conciencia se mantiene luego de la extinción de los signos vitales del cuerpo, entonces la posibilidad de arrepentimiento sobreviene con ella, y en consecuencia la persona condenada al infierno mantiene eternamente la posibilidad de la expiación de su alma.-
Ahora bien, el vil hombre condenado al averno tras su muerte, necesita del constante memoriar de su conducta en la tierra para validar la sentencia divina que le pesa. Es decir, el condenado al infierno necesita en la ejecución eterna de su pena, rememorar en igual grado de eternidad lo pecaminoso de su conducta. De no admitir esta circunstancia, de nada valdría la sanción impuesta, pues el sujeto desconocería el porqué de la misma, convirtiendo así a un Dios vengativo, supuesto desde ya inadmisible por difinición. En este sentido, el sujeto no puede sufrir un castigo sin conocer el o los hechos que motivaron la implementación del mismo.- 
En este punto debemos preguntarnos si basta con que el sujeto mantenga su estado de conciencia sólo respecto de su falta. Este cuestionamiento deviene fundamental a la presente, pues sólo resulta admisible mantener el estado de conciencia respecto de lo pecaminoso de la conducta en la tierra si, y sólo si, tiene capacidad para valorarla como tal, es decir como pecaminosa. (Y he aquí el fundamento de la pena). La cuestión radica en que, para poder valorar esa conducta como moralmente reprochable, el sujeto ha de conocer aquello que no sea moralmente reprochable.- 
En conclusión, la condena del infierno exigiría como presupuestos para su procedencia, 1) que el sujeto mantenga su estado de conciencia post mortem respecto de la/s falta/s morales cometidas en su vida en la tierra; y 2) que mantenga su estado de conciencia post mortem respecto a aquello que no constituye una falta, es más aquello que resulta ser moralmente admisible -lo bueno-, para poder así comprender el por qué de la reprochabilidad de su conducta y en consecuencia justificarla.-
De admitir lo contrario, la muerte nos convertiría en inimputables, e insisto dios pecaría de vengativo y de injusto.- 
Ahora bien, corresponde analizar el segundo supuesto, esto es un estado de conciencia que se prolongue post mortem. En tal caso, el condenado al infierno, mantiene inalterado su conocimiento no sólo respecto de sus faltas, sino además de la maldad que las vuelve moralmente reprochables. Por las mismas razones que lo expuesto ut supra, también conoce la bondad de las mismas. Consecuentemente, el sujeto detenta inalterable su posibilidad de redención. De lo contrario nos encontraríamos nuevamente ante el supuesto del Dios vengativo e injusto. En efecto, si el estado de conciencia sobrevive al cuerpo, la eternidad como elemento atribuible al infierno comienza a flaquear en tanto que carácter constitutivo. Es decir, cabría entonces la posibilidad de soportar una condena finita. A partir de aquí debemos abrir un nuevo interrogante cual es, ¿si la redención no prescribe post morten, a qué eternidad hace referencia entonces la tradición judeo-cristiana? ¿la finitud de la condena divina no contraría los principios de esa tradición? ¿la decisión divina es recurrible? Claro. Si se admite el carácter finito de la condena divina, luego, corresponde conceder el indulto, y con él, el pleno ejercicio del estado de indultado, esto es, el cielo o paraíso. Y es que el conflicto reside en que, si se admite el estado de conciencia post mortem, consecuentemente, las almas pueden eternamente dedicarse a transitar entre el cielo y el infierno, según claro, la reprochabilidad o no de su determinación moral. De admitir tal cosa, resulta que las faltas cometidas en tierra no son -al menos no con carácter definitivo- eternamente punibles después de la muerte. Y con ello, tampoco será eterno el paraíso.-  
No corresponde a esta magistrada expresarse sobre los méritos y conveniencias que llevaron a diversas tradiciones religiosas a pronunciarse acerca de la existencia del cielo y del infierno. Tan sólo me circunscribo a sostener que, tal como ha quedado holgadamente acreditado en autos, o bien el binomio cielo-infierno no existe, o bien la condena post mortem por las faltas cometidas en tierra no reviste el carácter de definitiva, resultando en consecuencia posible revertir la misma en cualquier estadío de su ejecución, siempre y cuando se acrediten los requisitos exigidos para la exculpación, según la normativa divina vigente.-
Por todo ello, entiendo que la norma puesta a consideración de esta magistrada, es violatoria de la dignidad humana, toda vez que conmina el ejercicio de la vida terrenal de la peticionante a la constante sujeción de un estado de incertidumbre respecto del destino eterno de su alma, siendo que el mismo no se condice lógica ni metafísicamente con las posibilidades que de hecho, puedan efectivamente acaecer a continuación del deceso, evidenciándose en consecuencia la inconstitucionalidad de la norma citada.-   
Así las cosas, habiendo arribado a la solución de fondo, deberá dejarse sin efecto la medida cautelar otorgada a favor de la peticionante y seguir el suceso mortal su normal trámite.-
Por todo lo expuesto,

RESUELVO:
1) DECLARAR LA INCONSTITUCIONALIDAD de la normativa terrenal citada.-
2) DEJAR sin efecto la medida cautelar otrogada en beneficio de la peticionante.-
3) ARCHÍVESE. REGÍSTRESE. COMUNÍQUESE.-



Dra. Vanesa Maraschin
JUEZ
ANTE MI:
Dr. Gabriel Avalos Abuin
      SECRETARIO


miércoles, 22 de mayo de 2013

Las buenas preguntas


Lo que yo quiera, siendo asunto mío, no debería importarte. Pero las cosas no son solo asunto de uno. Cuando alguien se ríe plenamente, algún otro disfruta con el gozo de quien ha hecho reír al más parco y todo parece elevarse, consumirse en una buena y más lograda atmósfera.
Que me entiendan no pasa por ser complejo, sino por la aptitud de ser entendido y, por sobre todas las cosas, por el deseo capitalizado. No deberías estar encerrado cuando la inmensidad toca a tu puerta, porque la verdad de la milanesa no está en la sartén que la frió, sino en el minerva y la sal que la hacen feliz.
Exponerse es abrir un poco los ojos; es de un golpe súbito recordar que las maquinaciones que uno pueda pergeñar no son siempre el fiel reflejo de uno mismo, y muchas veces no llegan ni al marco del espejo.
La pasión por las cosas, la vehemencia, el ahínco no pueden consumirte en un rojo vivo constante, porque solo serían vicios suicidas. Quid es dominar de lleno y pleno el pasar de cero a cien, pensar y pisar… pero clave de una vida feliz, macabro ardid anti-oxido es desacelerar a voluntad.
Por lo demás… sinceridad con quien más te ha querido jamás, vos, te salva y alimenta para que entregues algo a los demás; a fin de cuentas, ya no es solo asunto mío.

martes, 21 de mayo de 2013

Cuando regrese a Babilonia.


Diviso una nube mi amigo, allá en lo alto del cielo que ya se dijera que no es tal… de todas formas a nadie le interesa lo que es. Nadie se pregunta por que algo es hermoso, solo se ama, se odia, se admira, se envidia…
Diviso esa misma nube mi amigo, y pienso en vos como la otra parte del ego que alimento a diario y que estimo será salvación de ambos. La contracara de las vivencias, de la amistad, de la hermandad, de la música, y de extraños confines que marcan hacia donde vamos, me hacen verlo…
La nube ya está pasando, mi amigo, y solo queda la claridad de lo que no es tal, pero claridad al fin. Allí te encontraré, después de haber transitado contigo la oscuridad de la nube… que ya está pasando, mi amigo…

lunes, 13 de mayo de 2013

La casa contra un maní.

Que no sepamos cuál es nuestro punto de máxima expresión, el más alto y principal de todos (o más bajo y accesorio), me pierde y hace dudar, en ese agridulce vicio. Y pagando aun más caro de lo que Facundo advirtió el precio de la ignorancia, los veo sin seguir a las cabezas más altas que las suyas. Esa innata incapacidad por reconocerlas, lo sé, nos puebla de la cotideaneidad equivocada... ¿tal vez?
Y batiendo un demonio en silencio, ¿quién pudiera decir que está por el camino correcto, bajo pena de abyección y condena? 
Es este un mundo de demonios, y quien ha caído presa se enfrenta minuto a minuto con quien se sabe camarada de su propia oscuridad. Pero aquel se trenzará sin fin, porque no hay lugar en lo sobrenatural para la tortura, para la obsesión que insiste en no crecer.
Podría apostarlo todo ahora mismo, y ni aún así las leyes del azar serían capaces de doblegar lo que ya he forjado: la alegría primitiva, la moneda inmaterial con la que se paga el karma. 

domingo, 21 de abril de 2013

Tres mentiras acerca de Natalia Biglieri

Aportando al registro virtual  un poco mas de material de extorsión futura y haciendo uso de genialidad ajena, los dejo deleitarse con un escrito de Gabriel Avalos.



TRES MENTIRAS ACERCA DE NATALIA BIGLIERI. 


-¿cuánto la deseas? preguntó Dios al hombre. El hombre contestó: ¡Oh mi Señor! Todo lo que tu sabiduría infinita quiera concedérmela. -¡Obsecuente! Le espetó Dios. -Sabes de mi amor misericordioso que nada lo niega y aún así finges de humildad en mi presencia. Si no puedes hablarme con verdad, tampoco serás digno de ella. Crearé para tí la duda, y en la duda eterna habrás de construir tus cimientos. Con esas palabras Dios condenó su propia existencia.

Primera Mentira

Natalia Biglieri se paseaba por los pasillos de la facultad de Derecho de la Universidad del Salvador con los senos desnudos. Bueno. No desnudos. Denudos debajo de esa ¿remera? ¿camisa? ¿poncho? Que importa. Un paso. Dos pasos. Tres pasos. Y al mismo compás sus tetas se movían de un lado al otro, de un lado al otro, de un lado al otro. Todos las vimos. Se asomaban. Los pezones se le animaban a la vergüenza en la mesa del bar de Chipi. ¡Cuánta belleza! Lo negas. Lo negaste otra vez hoy cuando hablamos por teléfono. Dejame pensarte desnuda. Regalame eso. Regalame algo. Conozco los tratados de estética. Ví ciento tres senos de mujeres retratados; escuché siete tetas rozar el abismo ¿Cuánto pesan? Todo dato merece acabar en las aristas. Nada detrás del todo. ¿Y cuáles son los detalles a tener en cuenta? MMMM en primer lugar... nada de estudios analíticos... nada de ensayos psicoanalíticos -ppssss-... una auréola, y dentro, otra auréola, y dentro, otra aureóla... y así... ¿no es acaso un espiral? La circunvalación es la figura geométrica por excelencia. No se agota en aristas. En espiral se consigue el infinito. Así los pechos de Natalia Biglieri. Infinitos. No. No. No. No son gigantes. No son minúsculos. No son turgentes y no son fofos. No son blancos, ni son chocolate. Ni azules ni rojos, ni verdes. Son dos. Número par que no se compite a sí mismo. Y Natalia no compite consigo misma. No son pechos impunes, ni pusilánimes. Son pechos arriesgados, desafiantes, observadores. Y observan. Te observan. Y en esa retórica frontal te interpelan. Son seductores, mimosos, saltarines y juguetones. Maleables, tersos, incorruptibles, altaneros, aguerridos y complacientes. Compañeros, borrachos, alegres, exhultantes, exiguos, extenuantes, emprendedores. Atletas, didácticos, mecenas, son censores. Son dos y no compiten. Son complejos, oblicuos, tentadores, rapaces, veloces, volcánicos -jamás bucólicos- jóvenes, cálidos, brillantes, rimbombantes, acogedores, trabajadores, apasionantes, apasionados, embriagadores, carismáticos, auténticos, alucinantes, extraodinarios, maravillosos. Son bellos. Dos bellos senos. ¡Ay! ¡Que belleza! Yo los vi. ¿Quién me lo niega? ¿vos? Natalia... Yo los ví. Los toqué. Los saboré. Los olí. Los sentí. Los besé. Los acobigé. Los entendí. Los amé. Y ay de mi alegría infinita. Infinita como tus tetas. Regalame tus tetas. Regalame algo. Regalame esta mentira, ¿no me ves mujer que estoy feliz?

Segunda Mentira

Natalia Biglieri observaba desde un rincón del aula 216 de la Facultad de Derecho de la Universidad del Salvador. Ahí estaba escondidita detrás de una puerta. Infiltrada. Hay veces en que la vida te regala la ventana sin cortinas de un vecino, la sintonización accidental de una señal de cine porno, y como en el caso de Natalia, la inesperada imágen de dos amigas consumiendose las bocas como impúberes colegialas en el aula 216 de la facultad de Derecho de la Universidad del Salvador. Eran las ocho de la mañana. Amanecía por Callao. Victoria y Rocío  caían los párpados extasiados. Natalia tragó saliba. Se saboreaban el cuerpo. Rocío extendió una lengua erguida y babosa recorriendole el cuello a Victoria. Victoria le abrió paso a su mano y la dejó descanzar entre el jean rasposo y el culito suave de Rocío. Lo acarició primero y lo apretó desgobernada después. Sus lenguas danzaban. Una le mordió el labio y la otra repondió mordiéndole el antítrago y lóbulo izquierdo. Natalia infló las fauces. Una gimió sedienta y la otra escuchó extasiada. Natalia apretó el picaporte de la puerta. Las pelvis vestidas se encontraban rítimicamente en un golpe de gracia. Victoria le estranguló los pelos de la nuca a Rocío. Rocío se dejó. ¡Que par de tetas monumentales victoria! Y nunca nadie volvió a colonizartelas como Rocío esa mañana. Rocío se asfixió en tus tetas. Natalia retrajo los dedos de los pies. El impune anonimato del voyerista que no compromete su cuerpo. Que maravilla. El panoptico de la cárceles para ver a los presos coger. Vigilar y Castigar y Tocarse. Todo el poder y toda la impunidad. Y toda la moralina sofista, para custodiar el deseo de lo prohibido. Que morbo. Que morbosa. Natalia. Cuánto morbo. Y cuán permitido que lo tenías. Esa es tu bendición de mujer. Si hubieses sabido que nosotros te observábamos a vos. En todo acto sexual se reivindica un poder. Hay una relación dominial que rige a las partes. El señor y la cosa. ¿y de dónde es que viene esta erotización que gernerais vosotras mujeres cuando os tocais tiernamente? En la dialéctica del amo y el esclavo, el primero resulta el único condenado a su condición. El esclavo puede dejar de ser esclavo. Desde una lógica falocéntrica la mujer que coloniza sexualmente a otra mujer, opera, respecto del hombre -en tanto que amo- como el gallo en la riña; como los gladiadores en la arena romana. Exita al Amo porque su cosa no es más que una extensión de sí mismo y de su dominio. Una conquista por extenso impeium. -Mi victoria es suya dominus. Dice el esclavo. -Ensancha las arcas de mi poder y serás libre. Promete el otro. Victoria. Gloriosa Victoria con tus testas asfixiantes. Natalia observó la determinación de Rocío al imprimir los incisivos dichosos sobre ese par de tetas, y acompañó el movimiento con el pellisquito suave de su clítoris. Nunca nadie te dará tanto placer como vos misma aquél día. Gobernate. Mi dómina. Dómina mia. Lo erotico es la dignificación del sexo a través de la fantasía y la cultura. Pero ustedes mujeres impías fueron eternamente reales. Aquella mañana en el aula 216 de la Facultad de Derecho de la Universidad del Salvador está registrada en la memoria agradecida de José, José, Christian y la mía. Ahora, en la de cada lector.

Tercera Mentira

Hoy te mentí. De nuevo. Te dije que te había escrito un cuento. Tal vez este. No era cierto. Tuve intenciones en algún momento. A veces tus palabras me hacen hacer cosas. Ahí. Ahí fue. Cuando nos vimos en Buenos Aires, en febrero. Hacía calor. Me propuse escribirte para retarte. Para interpelarte, ¿y quién soy yo para interpelarte? Dirás. Me gusta interpelarte porque quedás como indefensa. También me gusta mentirte porque adoro la reacción de tu falso enojo cuando me descubrís. Tanto te pensé. Tanto. A veces dudo que mis palabras, mis interpretaciones sean genuinas. ¿Acaso te he inventado? ¿Acaso no inventamos a todos? Me he creado una falsa vos en la que pienso que el universo es posible. Me decepcionás. Todo el tiempo me decepcionás. Se ha transformado en un estado inalterable que se ejecuta infinitamente con tu condición de ser.  G R I T A R T E. AHAHAHAHAHAHA!!!!!! ¿me escuchás? ¿y quién soy yo? Dirás. Me exhaspera. Me exhasperás. Y te disfruto amargamente. Así me hacés. ¿me escuchás? Yo pensaba que el mundo se arrodillaría ante tus pies de leopardo. Pero vos parecías más preocupada por tus pies de leopardo ¡que indignación! ¡que impotencia! ¿qué estás haciendo? ¿qué te estás haciendo? Ay tus ojitos lindos. Alicaidos hacia los lados <   >  y esa vez que te paseaste con las tetas desnudas por la facultad. ¡Que belleza! Hoy me lo negaste de nuevo. Regalame eso. Regalame algo. Una mentira, dos mentiras, tres mentiras y así. Hablemos así. Mientiendo. Hablar con vos es desaparecer el contorno de las cosas. La firme convicción de la mentira. Tu mentira y tus tetas. Esas no son mentira. Mi yo pensando un vos que no es. Tus tragedias de amores que no son, y que siempre son. ¡Ay! volví a enojarme con vos. Ya no puedo escribirte. Ahora no quiero. ¿para qué? Si siempre hacés lo que querés. Caprichosa. Y cómo me gusta consertirte. Yo ví nacer una reina. Pero para gobernar hay que sacar el ojo del sócalo ¿interpelarte entonces? ¿para qué? No sé qué mentira es peor. La tuya que te conmina a la tralla y al costal, o la mía que piensa que no te pertenecen. Vayan ahora unas palabras sinceras: no me des nunca la razón. Al menos mentime.-

miércoles, 17 de abril de 2013

Soleil


Me pienso en un paseo bajo el sol que hace solo tres días comenzó a bañar las costas del Ródano. Una larga caminata de casi una hora hasta mi casa y una serie de versos que reconfortan y suman aun más alegría al canto del agua contra las bases de los puentes. Intercambio miradas con gente que no conozco y pienso… somos lo que somos, pero también lo que no somos en un mismo e igual momento. Necesariamente, como la gravedad, nos proyectamos hacia y desde ojos ajenos, extraños, embriagados en juicio constante…
Pero yo igual camino tranquilo. Hay cosas de las que ocuparse, empezando por cada uno. Empezando por la libertad, que nos anula en la ironía de una lluvia de chances y caminos, paralizándonos a cada segundo del minuto más efímero, en el instante más insignificante e intrascendente que se pueda imaginar… tan importante es todo para mi.
Llego a casa entrecerrando los ojos. Evita ahora mismo que tranquilicen esos ojos ajenos que deberían asustar por decir lo que no sos, por aprobar lo que no sos… no te engañes.

viernes, 22 de marzo de 2013

Paradoxe

No mi amor, hoy no hay presión. Aunque a veces me pongo a pensar que cada vez el espacio es menos, cada vez hay menos torta para repartir. Tampoco, mi amor, no hay mas gente dando vueltas con ojos que valgan la pena ponerse a mirar, salvo esos que el tiempo ya te dirá.
En esta noche que no termina más, las cosas se van complicando, se van perdiendo las luciérnagas que supieron ser grandes farolas de hierro iluminando el camino a lo bueno. 
Y sin embargo, no hay presión. Es por eso que hay que sonreir y no hacerle caso al tipo que te habla por ese parlante de efecto idiotizante. 
Y aunque la libertad sea esa paradoja de odiosa multiplicación de opciones y eso te complique y te anule en el vacío mas irrisorio face à l´universe,  no te bebas el producto, pero si el escarmiento.

domingo, 3 de marzo de 2013

Long away

Te aprieta la garganta, estas nervioso y pensás más de la cuenta. El corazón sigue susurrando... ya no es soportable, ya no más.
Indescifrablemente no hay cómo tender un cable desde acá... las radios están encendidas y reciben a diario códigos del frente. Pero nada termina, todo sigue una brusca vuelta que siempre es hacia adelante.
Los únicos buenos filos, los únicos extraños del mundo de al lado eran para lastimar.
No sabía si algo no estaba perdido.

Tanto así que dejé que dudaras de mí. Ni por el más mínimo segundo debiera haberlo siquiera pensado.
No encuentro mejor aliado, no tengo mejor amigo y no busco mejor amante. Solo sé que a veces, me confundo al señalar.

martes, 26 de febrero de 2013

Buenavista

"...toda una señal,
en la calma aguarda mi alma..."


Con la sensualidad de las palabras lo conquistó la más novata de las alquimistas herederas. Jugó un poco mientras tuvo todo bajo control. Mas luego vino a darse cuenta que había creado algo más fuerte que los dos... había invocado antiguos conjuros y fórmulas que no tenían vuelta atrás. 
Y así, entre incomprensión y pocas palabras, aun hoy se recuerdan y buscan otras dimensiones menos densas para andar. Otras dimensiones menos cargadas de sentido y saturadas de calma.

viernes, 8 de febrero de 2013

El sitio olvidado de Sebastopool.

Nada. Hora tras hora de absoluto desierto. El viento está cada vez más frio, el aire pesado y la nieve cae en una emboscada a eso de las 3 y media de la mañana.
Ya tampoco un olvidado lugar me agita. Estoy calmado hasta la médula. No hay una parte de mi que piense en moverse el centímetro más innecesario.
No pienso, no siento... vine a dejar de existir un rato, flotando en el tiempo. Quisiera caer hacia un lado, y no lo hago; quisiera caer hacia el otro y tampoco, porque se que la motivación nace adentro y aunque se esconda, no puede salir de donde está. La voy a encontrar con nada más que yo.
Eventualmente el tacto se vuelve distinto y salto un poco. No debe haber refugios para encontrar lo que busco, no hay paradas en el medio del camino ni tampoco un bunker para esquivar los misiles del ataque de los minutos.
La dimensión del silencio cobra sentido y cada tanto llama a ser destruida por inútiles sonidos que se pierden al instante... ella no quiere más que mostrarme todo lo que no veo, ella no quiere más que agonizar de sentido, ella no quiere más que acompañarme.