viernes, 22 de marzo de 2013

Paradoxe

No mi amor, hoy no hay presión. Aunque a veces me pongo a pensar que cada vez el espacio es menos, cada vez hay menos torta para repartir. Tampoco, mi amor, no hay mas gente dando vueltas con ojos que valgan la pena ponerse a mirar, salvo esos que el tiempo ya te dirá.
En esta noche que no termina más, las cosas se van complicando, se van perdiendo las luciérnagas que supieron ser grandes farolas de hierro iluminando el camino a lo bueno. 
Y sin embargo, no hay presión. Es por eso que hay que sonreir y no hacerle caso al tipo que te habla por ese parlante de efecto idiotizante. 
Y aunque la libertad sea esa paradoja de odiosa multiplicación de opciones y eso te complique y te anule en el vacío mas irrisorio face à l´universe,  no te bebas el producto, pero si el escarmiento.

No hay comentarios: