viernes, 1 de diciembre de 2017

No quarter

“[…] Es cierto. Pero También es cierto que el hombre de este siglo está más en carne viva que ningún otro, porque con sus manos abrió los átomos y rescató la fuerza yacente, porque con sus manos asesinó millones de semejantes, porque con sus manos tocó los planetas, y porque con sus manos quisiera alcanzar al otro para preguntarle quién es, cuál es su nombre y si hace mucho que está ahí, tan cerca, porque no lo veía.”
Teoría de la persuasión
Fenwick – Lezama
Bajan las persianas, nuestras almas llegan grises y colmadas de emoción al invierno que espera, cual gato frente a un plato de anchoas, fagocitar la razón y dar rienda suelta al ego. Bestias del desorden y el color entumecidas, perdidas en el bochorno tecnológico, allá en la distancia entre tu corazón y el mío, entre los puntos del consenso.
Los murmullos del dolor se van poco a poco, con tierra bajo sus uñas y las manos ásperas… olor a corte de madera seca quizás, mientras duele el animal que muere todas las mañanas bajo el filo de la hoja del poderoso caballero invisible. Temeroso dueño de nuestras patológicas felicidades, abominable hombre de nuestras vanas nieves.
No es diálogo, sino dos monólogos envilecidos de vanidad, acomplejados de inferioridad y refritos cada vez con más virulencia. Hay que contestar un rotundo nosotros a las preguntas de ayer de hoy, y de mañana ¿quién nos privó de las estocadas de la lluvia? ¿Quién dio paso al silencio? ¿Quién dejó la puerta abierta?

La razón es hija bastarda del miedo. Es la hermana del medio de la verdad y la palabra, que no siendo invitada a jugar destruye y corroe, buscando entrar en escena para acaparar la atención. No obstante, el embate del tiempo podrá con todo, hará florecer y marchitar cada una de nuestras luces, cada uno de nuestros sueños y ya sin él, entenderemos por las malas que no hay sentido alguno.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Ho'oponopono

A lo sumo cincuenta años. No es mucho si te ponés a pensar ¿Y qué hicimos? Nada. ¿Y qué podemos hacer? Nada. Podríamos disfrutar un poco de la vida, lo que parece ser la tarea más difícil encargada al hombre.
Olivia.
Todo se paga acá. Este es el mismo techo, el mismo piso, el mismo baño… siempre lo fue. De qué sirven la pasión y la ira vehemente, de qué sirve la ambición interminable por la justicia diminuta de los segundos si solo yo escucho mi canto, si solo yo clamo por ella.
Los extremos, el centro, la redundancia de tanta hipocresía y tanto incompetente por metro cuadrado, todo al son del derrumbe de los colectivos sueños que te hacen empujar de todo, con todos; que te hacen inventar fuerza e invocar titanes. Los anhelos se me amotinan y cantan canciones negras mientras los veo atónito degollar riendo mi determinación y temple… quizás rueden largo rato sus cabezas.
Todo está escrito antes del punto, porque hables, abraces, beses, ames, escuches, grites: ya está. Somos sujetos del desorden resignados a buscar un sentido. Es un paradigma de mierda. Es la piedra del éxito que reemplazó a la del fracaso y que pesa paso a paso.
Si hay humo y hay verdad, si hay sombra y hay mañana ¿qué hace toda esta nube acá arriba? ¿Qué se espera ante el dolor? ¿De qué se disfraza Dios para arreglar este quilombo?

domingo, 1 de octubre de 2017

Monólogos a Olivia

—Si vieras el círculo de la luna que veo, si sintieras ahora el viento que respira mi pelo, creo sin temor a equivocarme que desearías tanto como yo tomarnos de la mano—
—No te quiero para mí. Te quiero para vos, plena y brillante como solo yo te he visto, como solo yo he notado, y quiero, mi amor, que me compartas algo de eso—
—No hables, pues te tomaré de la mano cada vez que tus ojos lo pidan brillando como brasas incandescentes. Te encontraré en cada gesto que hagas, solo para mostrarte la inmensidad del domo estrellado en una noche helada y reír hasta que parezcamos abarcarlo todo. El indescifrable muro de tu distancia, todas tus fortalezas, tus anhelos ocultos… todo lo abrazarán mis manos hasta inundar tus lágrimas y beber juntos todos los detalles, todo lo eminente—
—Me preguntas qué pienso, como si pudiera darle forma de palabra, de frase; como si hubiera una épica poética que viniera a atarnos por siempre. Solo espero que algún dios te conceda amar como te amo—
—Te quiero, y si me preguntas cuánto, lo que no harás jamás, te diré que te quiero tanto como para dejarte ir, tanto como para que estés presente en cada palabra que salga de mi boca. Tanto que hasta llegue al dolor más tremendo—

sábado, 16 de septiembre de 2017

Arrebatos huérfanos

—En mis labios queda la marca de vuestro pecado—
— ¿Del pecado de mis labios? Ellos se arrepentirán con otro beso.
W.S.

Dicen que los instantes son eternos, y que ya con olor a madera presentimos el verdadero sentido, respirando el último segundo que dé razón con aroma a lo que hicimos. Comentan en una mesa de frívolo café, que las ansias lo son todo, que la mística es la manipulación felina y que el calor es la adrenalina de la sumisión. Espetan la bondad y el desapego, la caricia y el amor. Recrudecen a cada palabra. Hablan sobre el mal opresor de la frustración que no puede tocarme. Intentan escribir líneas de romance y no han sido capaces de vislumbrar tu luz, presentir tu aroma y nadar en tus ojos. Las esquirlas del suceso enredan mi alma renegrida y pálida a la vez, dejando escapar sollozos de niño encaprichado; dejándote verter toda tu ambición de fatalidad. Te amaré para siempre y no te he amado nunca, te tendré mansamente conmigo aunque partas, te abrazaré aunque no existas.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Sol de los arenales

El viento sopla inconstante, empuja gravemente hacia atrás. Destroza con curvas histéricas el afán de cada dia, y hace que no sea suficiente. De repente, en el horizonte, nada parece tener sentido; nada parece hacer vibrar su alma.   Se le vuelve imposible contar los arboles y los postes de alambrado por la velocidad al transitar el camino. Se le vuelve imposible describir su angustia, y sonrie.
Las razones del azar lo envolvieron alguna vez en un cuento bizantino sin nombre. Fue entonces cuando la cordura apareció y lo dominó todo.
Solo un dia cada varios piensa en el agua,  en la tierra y en todo lo que lo abriga. Quizas la dicotomia de una absurda imagen le recuerde quien es... quizas solo sea alarde de adictiva depresion.

domingo, 6 de agosto de 2017

Estrofa a mi dilecta

Hablamos un rato tomando té en un sillón incómodo. Solo mis pensamientos saben cuánto traté de ver a través de tus ojos, cuánto amor te habría jurado en ese preciso instante. Vos hablabas de mil problemas, yo solo escuché un montón de ruidos sin sentido, y un único camino para mí. A cada minuto repetías, preguntabas, espetabas y yo, como manco del alma, solo intentaba no mirarte los labios.
Todo esto no mereció una gran frase, un abrazo o una confesión de amor. A fin de cuentas, a cada paso de salida siento como tu voz nociva me golpea, me desarma y enoja hasta el odio. Aunque si tuviera que pensarlo, solo me quedaría la realidad, esa que me sienta en esta silla a pensarte otra vez, nociva y todo.

Soy ofensivo conmigo, desastres son las iras de uno mismo, catástrofes que matan el azul de mi sonido. 

viernes, 30 de junio de 2017

Disparos del Igorote

Hubo un tiempo de potencia. Hubo un tiempo invadido por la osadía de la expectativa. Un tiempo en el que todo cuanto se pensó era posible. Hubo su propio tiempo de rescatarlo en varias ocasiones… pero continuó innecesariamente negándose en cada una de ellas, rechazó la oferta.
Cayó súbitamente enamorado, demasiado pronto, demasiado tiempo sin norte para salvarse, demasiadas chances y ninguna la del palo verde.
Siempre durará en su corazón la humedad de la tierra y la sórdida nevada, el escurridizo agua de deshielo y los peces sagaces que beben de la vida al atardecer.
Atrapó la noche sumido en la mente del chamán, agotando hasta el límite la razón, las cosas, la realidad. Desató los más altos vientos del alma para andar por una vía muerta hasta el final.

Ya no quedará más de sí cuando el día llegue a proponerle nuevas estrellas, nuevos soles. La bestia se habrá calmado, la sangre estará agotada y su cabeza no estará más entre sus hombros.

lunes, 5 de junio de 2017

Gotas rojas

—no hables, pues te tomaré de la mano cada vez que tus ojos lo pidan brillando como brasas incandescentes. Te encontraré en cada gesto que hagas, solo para mostrarte la inmensidad del domo estrellado en una noche helada y reír hasta que parezcamos abarcarlo todo. El indescifrable muro de tu distancia, todas tus fortalezas, tus anhelos ocultos… todo lo abrazarán mis manos hasta inundar tus lágrimas y beber juntos todos los detalles, todo lo eminente—.
Monólogos a Olivia.

No había hoja que se moviera ese día, no había pared que pareciera siquiera gris y triste. El aglutinamiento de palabras y palabras y otra vez palabras. No lograba la concentración para desoír todo lo que habitaba en su lengua, justo ahí en la punta.
Quizás el alcohol, quizás la cantidad de alcohol, quizás el vidrio en los ojos y la galleta en la garganta le hicieron entender que la única situación ridícula era la suya. Puede que haya pasado la noche pensando para caer dormido e instantáneamente despertar junto al dolor y la sanación.
Supo que ya no querría conmiseración, que ya no tenía palabras para describirlo. Los sonidos abrumadores de sus labios y no, no hay palabras. Todo aquello perdido antes de ser. Todo aquello fagocitado desde hace tanto por el miedo.

Todos ven con sus ojos, todos ven y todos lloran con sus ojos. Fue acusado de fortuna por quien dio la estocada certera en el minuto preciso, simple y graciosamente, como el que no sabe estar blandiendo al más filoso mandoble. Sangra la sangre de la bestia, sangra la sangre de la soberbia, sangra la sangre de la dicha. Sangra vehementemente.

domingo, 14 de mayo de 2017

Décimo baktún

He vuelto de la muerte. He vuelto tantas veces de tus odios. He vuelto siempre sano y salvo de mis miedos. He vuelto de tus mentiras, de tus sombras y de los llantos. He vuelto intoxicado de bienes y males. He vuelto del amor y del hostigamiento intransigente de la victoria. He vuelto de la expectativa y del olor a campeón. He vuelto de todo augurio de toda esperanza. He vuelto de un par de rondas nocturnas. He vuelto de la última guardia de hoy. He vuelto de mi anhelo por tenerla conmigo, de las ansias por ofrecerle mis sueños. He vuelto de la farra interminable del idealismo. He vuelto de la tertulia desopilante del sentido común, de tanto óxido. He vuelto y acá estoy, soy suyo.

martes, 25 de abril de 2017

Meniño pequeniño

Las constelaciones de las cosas y el tiempo. Las especies de recuerdos que me aprietan fuerte el cuello. A veces me hace falta esa sabiduría gallega, que hablaba de plantar fuego, que melancólica recordaba carros a las cuatro de la mañana, que para los grandes problemas tenía sencillas y obvias soluciones… sanadoras de todo mal.
Si un brío te hiciera respirar, si la luz te hiciera verme, ¿qué dirías? En una única vuelta de página pasó tanto, fuimos tanto, soñamos tanto. A veces me pregunto solo si quiero todo esto, si aún sabiendo de la oscuridad de todos desde hace tanto, es razonable seguir viviendo. ¿Cuál es esa pesada lección que estas queriendo mostrarme?
Los planes austeros de mi pasión intransigente son una tortura desde que te fuiste. La escurridiza verdad se vuelve más hábil a medida que me vuelvo más sabio. Es directamente proporcional. Los mitos engañan a los idiotas felinos que necesitan más tiempo, que requieren más paciencia, que solo buscan franelas para sentirse importantes.

No he sido caprichoso. Jamás. Me he cuidado solo y por eso mi memoria está entrenada, está ávida de justicia. Pero si un brío te hiciera respirar, y la luz te hiciera verlos, ¿me dirías que transito el camino de la verdad? ¿Me darías un consejo sencillo que apacigüe todo esto, mis ansias, mis dudas, el amor? 

domingo, 23 de abril de 2017

Soul sacrifice

Subió a los más altos filos de las más altas montañas. Todo se estremece, la ira y la bestia corren y la tierra tiembla, ya no hay invocación. Tomó lo que quedaba de sí y lo ofreció a los dioses hambrientos. Pero estos no parecían tener efecto… — ¿esto es todo?— preguntó. Meditó durante largo tiempo sentado en donde yacía la corte de los arboles, aguardando su juicio, intrigado por el ruido de la brisa en las hojas. La mañana se hizo tarde y la tarde noche y siguió allí hasta que el frío le rebanó los ojos y debió adentrarse en la oscuridad, en el conocimiento que se consume en detalles y escapa como agua entre las manos.

lunes, 10 de abril de 2017

Vos

“No pidas consejo a los elfos, pues te dirán al mismo tiempo que sí y que no…”

Si tan solo en un minuto te atrapara. Y caer errantes en el vacío inmenso de la clave de los días, casi hasta no querer verte más. Si fuera todo eso posible, y también el precipicio de tus ojos, y la osadía de tus labios, y la carrera psicótica de tus manos; todo eso posible en el sórdido frío temprano de la primera nevada.
El espejo de tu amor, el oxido de tus técnicas y tu pelo suelto. Nada como tu épica de la conquista, que reclama su trono a cada gesto. Afueras oscuras me hacen enloquecer, perder todo de vista. Pensar que sigo resolviendo encriptados mensajes de hoy, conmigo, que siempre soy ayer. Dame tu mano, que si te atrapara en un minuto, bajo algún árbol, te susurraría el sol al oído, te besaría con la suavidad de la brisa.
Alcánzame un minuto tu atención. Caminará por los techos la felina presencia de la felicidad. Al pisar la tierra descalzo presentiré tu perfume, trayéndome recuerdos de la mañana, que no acabará, que será sublime a ultranza. Todo el tiempo te perderé en la espesura, aunque esa no sea mi fresa negra, aunque todo el cuadro tenga manchas de emoción, y aunque la vida dentro de la vida siga esfumándose. 

viernes, 7 de abril de 2017

Wond'ring aloud

El mundo que veo venir, ese que se precipita, que engulle la calma con un pitido cada vez más grave. La noción del tiempo nos hace menos inocentes, nos vuelve pesimistas, nos quita ansias e ilusión.
Sos un fundamentalista de las cosas simples, un desenredo del último sueño del Sultán, que encuentra eco solamente en tus pensamientos, que se refugia en lo que vos soñás, en lo que miraste alguna vez con ojos grises.
Ni los odios mundanos ni el castigo fetichizado de los dioses pueden alcanzar los talones del olvido, pues la memoria que intensa crea parte de la realidad les acribilla plomo a plomo en su razón de ser. Todo ese conocimiento quizás contraste con la calma del agua.
Todos tus días de alegría, de belleza, de intuición de planes supremos fueron lunes. Se regodea el sentido de la oportunidad, que nuevamente hace de las suyas y ríe, ríe tan intensamente como imaginás deberías reír vos.

Conocés el camino como la palma de tu mano. La llave hacia el otro lado, la escueta rendija por donde la luz invita a pasar. Todos están allí en tu invocación, todos presagian el futuro con tierra en sus manos. Todos consultan con la vida.

domingo, 2 de abril de 2017

Adikia

No está en ninguno de sus pensamientos. Entonces sufre. Recorre cada segundo del día intentando descubrir el sentido de la luz, pero se enreda en el trastorno del olvido, de lo no meditado. El dilema del amor es felino, es implacable ante los idiotas, los que no tienen paciencia, los que no saben esperar.
A diario intenta juegos esotéricos, de sanación. Pero sufre. Invocando ancestros intenta un sentido loable a todo su hacer, pero todo se resume en la soledad, en el vacío, en la escaramuza de los días. Silencio, ausencia, su ser que lo atormenta a cada paso, a cada latido. Solo los reflejos de su alma tenue alcanzan a susurrar tímidamente la calma, que no llega, que no influye, que no es trascendente.
Recorre la palma de su mano en busca de respuestas. Es aún probable, que no las haya en otro lugar, pues vivimos maravillados ante una realidad que nos supera, que nos obliga a creer en que existe esa fuerza, ese orden, ese tipo que todo lo hace, que todo lo sabe, que todo lo inventa, que todo lo resuelve. Es nuestra propia realidad ínfima, incapaz he dicho, ante el amor, ante el azar y ante todo.
Toda esa sucesión de errores y desaciertos que crean la más bella melodía, pueden estar ausentes a cada respiro de sus pulmones, a cada suspiro en estado de ebriedad. Perdidos y caminando por un universo que es confuso, con espesos pormenores, con detalles esenciales, con hermosas presunciones.

La desesperanza es carne. Sufre. La electricidad le retuerce cada célula y sufre. Todo cuaja y cada vez sus preocupaciones son más ridículas, más mundanas e irrelevantes. Es un camino demasiado inmenso para transitarlo solo, es un mundo salvaje, es un viaje delirante. El espíritu que indica la llegada del segundo eón, mucho más allá de la totalidad de su ley, vuelve eternamente injusta a la condena del amor, que ordena la peor de las resignaciones, que lo interpela a ser más él. 

domingo, 12 de marzo de 2017

Hipnosis

“Que me detengan, que me den la muerte; estoy contento, con tal que tu lo quieras. Diré que aquel gris no es la mirada de la mañana, sino que es el pálido reflejo del rostro de la luna; y que tampoco es la alondra la que con sus notas golpea el cielo abovedado tan alto sobre nuestras cabezas. Tengo más deseo de quedarme que ganas de marchar: ¡ven, muerte, sé bienvenida! Ella así lo quiere…”

Es la densidad del aire al sonar fuerte una música grave, mientras sola baila con su cabeza que se tambalea hacia todos lados. Sus ojos perdidos entre quién sabe qué, y su atención que parece nunca encontrar una razón para enfocarse. Como por arte de magia, un relámpago surca su sien y viene hacia vos. Habla de cosas que decís comprender y asentís siempre con la mirada más cómplice posible, aterrado de no estar a la altura.
El rodete en su cabeza parece asincrónico. Quizás haya algo de magia en toda la imagen, un poco de ilusión de alguna clase de bruja,  que toma el cuerpo de la contradicción para jugar un rato. Nuevamente el guiño de otra luz, y nuevamente habla de cosas cada vez más incomprensibles, y cada vez más, no existe otro brillo que el de sus dos ojos negros apuntándote al corazón. Es el alcohol de alcoholes, que enmudece a la propia carga y decide que sea el alma la que dictamine.
La noción de su tiempo, creo, no es más que paciencia. Errante como un niño jugando, sincera como la más desinteresada y aun así, eternamente poderosa,  palabra a palabra y gesto a gesto. ¿Acaso habré de honrar las próximas palabras incomprensibles que salgan de su boca? ¿O caeré rendido en un mar espeso de indescifrables bizantinas? Todo aquello, todo y no menos, en calma llegará.

viernes, 10 de marzo de 2017

Esmeralda

La espesura de la noche trayendo calma de sueños, sosiego de rocas y tierra. Sorteó el escollo de otro amor y logró sentarse a contemplar, en el pulmón de esmeralda, los viejos edificios y algunas ventanas con luz. Hubo de reflexionar si él era todo, pero concluyó que se fue en mil partes. Estrelló el logro de la palabra más precisa, la que simple y graciosamente es una con la verdad, que da paso a la osadía de ser feliz.
Pensó en ver toda la tierra rodar sin pretensiones, con la paciencia química que todo lo degrada. El agua, el sol, las flores, el olor a humedad de las hojas en el suelo. Tanto corría por sus venas y, sin embargo, se sentó frente a la nada, quiso abrazarla y confesó tener miedo. Había iniciado allí el camino de la soledad, había matado en un solo instante todo el movimiento.
Las paradojas son sintierras, son sintiempos. Los espejos en los que se miran ríen siempre y no se les ocurre callar ante la chance que la bestia recuerde serlo, y los despedace sin la más mínima piedad. Todas las ilusiones tienen algo de realidad, y en su mágico anhelo destrozan la quietud del alma, invitan a la ansiedad.
Descubrir de pronto que el suceso no escatima en horas, días y meses, recorrió su espalda con helado presagio. Se encontró mirando en ese pulmón a sus propios ojos, a su propio corazón de león, a su propio ideal de trascendencia, a su propia razón. Todo eso se derrumbó con la más mínima grieta, la más indescifrable sugerencia, la más escandalosa gota de amor.

Quizás sea otro espejismo, o quizás haya encontrado la vida que se consume dentro de la vida. Vienen vientos del sur a la ventana, y susurran un río que corre agitado, alertan sobre todos los que vienen. Amanecerá mientras el sol lo acompañe, agradeciendo al alba hasta el más intenso dolor.

domingo, 26 de febrero de 2017

Epifanías bélicas

Ha pensando demasiado en el futuro, el pánico, las sombras. Es un presagio espeso y el humo titila sugiriendo sin tregua, en efímera risa, que es prisionero del viento. Dice que le mutilaron su voluntad, que ya no siente al subir, y también que ahora todo tiene más sentido. Quien no calla se ha revelado ante esas circunstancias, ha encontrado un mensaje que será entregado. Cree en ello.
Ha elegido el camino por el que nadie va, pero nadie recordará al llegar, nadie puede dar cuenta de nada. Nadie ha visto cuál fue el comienzo. Comenta que no hay sentido en un designio como ese, que ya mejor se va, que no hay cosa que lo haga estremecer. Es él quien piensa aun en el martillo de los dioses, en celebrar fiestas paganas.
Ha visto a todos reaccionar a la anestesia según el plan de esta, ha visto a todos marchar al ritmo de los tambores traidores, siempre sensuales. Cree que con todo lo puede, que es eterno, infinito. La fuerza se le escapa cada mañana al poner pie sobre la tierra, al no adornar cada invocación con el alma intrépida y libre. Deja que el sol le golpee la cara a diario y atraviesa el tiempo, buscando señales de electricidad, buscando el conocimiento de los eones. 

jueves, 16 de febrero de 2017

Las puertas de Durin

“…yo me ocupo del presente, el futuro es asunto de Dios.”

El tiempo es escaso, las dimensiones enormes. La vida es misteriosa, la nostalgia inevitable. Las ansias son latosas, la experticia resbalosa. El enjambre está prescripto, la codicia es admirable. Los anhelos son loables, la presencia es aplastante. Las sonrisas son ingratas y aun, las grandezas son leales. Desencuentro tras desencuentro la vida pierde su color de arte, su esencia perfumada; se encierran en pasillos pequeños y oscuros, para blasfemar desde allí que lo mejor nos fue negado, todos los que no agradecen.
El salto hacia el vacío, las gotas de temor, las velas de un santuario que hace tiempo no fervoriza y las tierras que acompañan girando a su aire, esperan que haya calma para hablar irresolutas. Acuchillando el sentido del amanecer, la luz trasciende, invade. Dictamina tirana que las eras han de venir, no se detendrán, aunque en el espejo, que es otro, haya bienes de inconmensurable arrojo, preciosos en cualquiera de estos universos.
Este portón tiene el romanticismo de lo desconocido, tiene la promesa de la próxima alba llegando hasta aquí en clave de felicidad, idílica en todas sus curvas, utópica de todo insigne. Libertad, sujeto, contradicción… hablar amigo en la ficción, resultó metáfora de mis leyes, indescriptibles hechos para explicar.

Cuando el camino haya pasado, solo entonces habremos de ser honoríficamente recompensados con márgenes para recordar, reír y trascender.

jueves, 9 de febrero de 2017

Logos sobre la última cruzada de Hermes.

El zafarrancho duró años. Todas las luces apuntaron hacia el centro que debían, como si hubieran sido orquestadas. Curiosamente como si en verdad hubiera un propósito, una autoridad.
De todo lo que puede esperarse de la abyecta escaramuza del binomio del bien y el mal, he de hacer crecer una maña de creer, apostar y esperar. Nada como el hermoso proyecto del progreso, que engolosina el alma voraz e ingrata, malagradecida en todas sus esquinas.
He dado un paso más hacia la última vez que me levantaré contra todo esto que tanto hastía. He dado a la retórica de mi mismo un aliento, un giro en descubierto de esperanza para no dejar que se bajen guardias aun. He dejado a un lado todo rastro de obviedades del amor para extinguir necedades.
Era un día soleado que se sentía espeso y complejo y aun así venció. Mas la inercia que toma el mandoble al cortar, no se detiene habiendo logrado su meta… la profunda razón de nuestro espectáculo, que nos deja sorprendidos en bucle sin fin.

Acaso deberé abandonar la épica que frustra su propio guión a cada paso. Será, una vez más, el final de la cruzada infinita, que no aparece sino con disimulo a reír a costa de los planes del espejo.

lunes, 30 de enero de 2017

Theremín

“(…) Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza…”


Las cosas son tiempo. No podrían ser de otra naturaleza sino de tiempo. No podrías llegar a la conclusión de la total ausencia de conocimiento, de lo parcial. Aquel pensamiento que llegó alguna vez y nunca partió, con cara de repetición ha vuelto y aun bien  y mal se hermanan.
La escasa significación de los suspensivos tres puntos que me envician al momento de justificar la idea de que las cosas tienen nombres sobre el final, cuando todo responde a algo y no cuando hay algo que llenar con correspondencias.

Cada vez más, los espacios crecen… no hay forma de llenarlos y el cuerpo flaquea. Es el sol el único aliado en alguna mañana que huele a humedad, a vicio sollozante, a manos de santo.

martes, 17 de enero de 2017

Geomancia

La interminable lucha de mis manos por resistirse a este mantra infantil que me afecta desde hace un tiempo. No hay forma de evitarlo, las salidas se muerden el labio en señal de soberbia actuada. Parece el libro de algún viejo estilo, o algún acertijo que detesto.
Nuestra naturaleza es inflexible pero se rinde ante la evidencia de la realidad, que le muestra su verdad, la compara con herejías y le adelgaza el espíritu. Languidece nuestro seño fruncido altivo ante el amor… acaso desconcertado por sus propios cuestionamientos.
Montañas nobles y orgullosas se elevan a mis espaldas, ávidas de incendios hermosamente suicidas y frías y determinadas aguas, capaces de marcar surcos de sabiduría.
El centro hacia donde voy y la calma de la providencia, que entregan certeza, que acallan bestias y ansiedades, tal vez estén ebrios en la velada. Quizás no lleguen a entender que Olivia, esa que amo, no mire al cielo o hable al sol y que aún así sea inconmensurable.
Los destellos del alba, la vida esfumándose dentro de la vida… los silencios que harías si vieras una ínfima parte de lo que hubo para mostrarte. Si a cada pisada la invocación me agita, la tierra me invade.

El espejismo ha pasado, pero ha dejado su aroma en mis deseos. Ha resuelto un nuevo objeto. Ha osado trascender.