lunes, 30 de enero de 2017

Theremín

“(…) Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza…”


Las cosas son tiempo. No podrían ser de otra naturaleza sino de tiempo. No podrías llegar a la conclusión de la total ausencia de conocimiento, de lo parcial. Aquel pensamiento que llegó alguna vez y nunca partió, con cara de repetición ha vuelto y aun bien  y mal se hermanan.
La escasa significación de los suspensivos tres puntos que me envician al momento de justificar la idea de que las cosas tienen nombres sobre el final, cuando todo responde a algo y no cuando hay algo que llenar con correspondencias.

Cada vez más, los espacios crecen… no hay forma de llenarlos y el cuerpo flaquea. Es el sol el único aliado en alguna mañana que huele a humedad, a vicio sollozante, a manos de santo.

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