domingo, 24 de julio de 2022

Unsolved

 …still a man hears what he wants to hear and disregards the rest.

Simon & Garfunkel

Todas las formas de hacerte reír mientras sostengo los momentos para mostrarte mis huellas en la luna, prometiendo cosas con mi mejor cara de suertudo. Todas las ganas y la visión, los efectos y el sol que sale mañana y que ya vimos ayer. Todo el eco de mis plegarias cobardes… límites que se definen al enunciar límites.

La escena detrás de la escena. Perversos beben sangre e indignos comen mierda en la mesa de un discurso de rarezas, todos ofendidos a altas horas de la noche. Discuten la revolución de pico, la revolución idiota. Se sienten autorizados a pensar imágenes, sus imágenes. Se sienten autorizados a reinventar el mundo mientras la rueda te aplasta con un dibujo bien pragmático.

Se preguntan, se responden. Me preguntan y empiezo a sospechar que realmente soy un adicto, sin coraje para asumir mis bueyes y mi arado. La insignificancia y el asco producen cierto sentimiento con olor a oxímoron, con una especie de “me importa poco todo esto que tanto me repugna”. Ahí llego a la calle sin salida, y creo, quizás sea falta de carácter.

¡Qué secuencias! Y aún así, ¡qué vacío! Es infructuoso el juego de querer interpretar el propio significado y, aun así, denostaré al que no lo intente. Vicios de nenes burgueses, con problemas de nenes burgueses. La tormenta es oscura, y qué hago yo con este regalo, qué hago con la energía que explota todos los días y, sobre todo, dónde está la reglita para medir.