martes, 28 de febrero de 2012

Isengard

El muy oscuro señor de las mil luces se sentó frente a su ventana. La brisa que corría movía las hojas de un par de plantas que cuida celosamente, que lo aferran a la tierra de al cual proviene. Fue entonces cuando debió levantarse, o tal vez fue más tarde... Alrededor de la mesa habían unos cuantos pares de medias limpias, pero solo tomo uno y un par de remeras, para meterlas en un bolso.
Dijo "me voy", pero no creo que lo haya escuchado nadie. Tomó la mano del cantor, le contó su suerte y se dirigió al sur. La mente en blanco durante un tiempo que pareció mucho menos del que en realidad fue y solo unos pocos murmullos y peligros sobrios que no amenazaron con resolver nada.
Allá a lo lejos, el faro de la torre le iluminó. Absorbido un tiempo se dejó llevar por el reloj y las medicinas sanadoras del antiguo arte misterioso.
Ya es hoy cuando volverá...

sábado, 25 de febrero de 2012

Una casa con diez pinos

A veces necesito refugiarme. Correr un poco hasta sentir que dejé todo atrás. Supongo que será alguna manera de pensar que todo va a estar bien. Alguna forma de decirme que en definitiva todavia existe gente que me proteja un poco. Ha de ser como esa manía que tengo de abrir la heladera aunque no vaya a buscar comida; no se por qué, no se en qué pienso cuando lo hago, pero lo hago. Como una especie de desconfianza de lo que haya allí dentro.
Aunque no mucho, estoy un poco más tranquilo. Debe ser que sé que no me equivoqué tanto. Que en realidad puedo no sentirme tan culpable de algunas cosas.
Parece que si el mal es mal para todos, es menos mal. Que si la culpa es un poco de todos, en realidad no es de nadie. Pero a la gente le caen bien los culpables. Los culpables son dominables, se cree que hasta puede llegarse al punto de subyugo total.
Bien, no me siento así. Por ahí un poco desepcionado de gentes que uno creía diferente... pero ahi está el cartel de neon que te da la bienvenida a la realidad. Facking inocencia disfrazada con cara de "comprendo Ben".
Así las cosas, ayer sentado frente a un libro, decidí cerrarlo y correr. Corrí, corrí y corrí y llegué al lugar en donde puedo sentirme un poco más tranquilo. Llegué al lugar en donde encuentro algun pedacito de mi para llevarme... de esos que siempre me voy olvidando en el camino.
Al final, por alguna paradoja de la vida mezclada con el sentido del humor del barbudo, siempre mi lugar está hacia el sur.

lunes, 20 de febrero de 2012

Da igual.


Well, I just got into town about an hour ago 
Took a look around, see which way the wind blow...

(The  Doors) 


Indistintos, gente de mierda, vulnerables, luminosos, buenos amigos... abundan todos. Solo depende los lentes que te pongas para salir a caminar. Es triste a veces, es normal al rato y luego da exactamente lo mismo. 
En definitiva, estas solo. Y el mundo se empeña en mostrártelo, aunque no nos gusta verlo. Por eso hacemos concesiones, por eso nos resignamos a ser otra cosa. Pero está bien, al final, da exactamente lo mismo. Cambiá, no cambies, volvé a ser lo que eras o mejorate, es igual.
No es que el mundo no entienda de razones ni de azar, es que al mundo simplemente le importa un pomo entender.

sábado, 18 de febrero de 2012

Whisky

Estoy aterrado, ebrio y sin sueño. Te extraño. Tu pelo se quema delante mio cada tarde, minuto tras minuto. Estoy perdido, pero acá estoy, no me fui nunca. Entonces ya se que no me van a encontrar. La vida no nos hace nada, la cagamos nosotros solos, y ningún imbécil puede meterse en lo que pienso. Ahora que los ojos me empiezan a pesar, y ya no detecto tanto las delgadas tramas de lo superficial, tengo la lucidez para esbozar un par de cosas. La ira me volvió a correr por las venas. La ira nunca debió irse. El mundo es una sarta de colosos envenenados que te agarran de un brazo y del otro, de los pies, te atascan, te desaniman, te sacan la fuerza. Arremeter, arremeter y no cesar hasta aplastar a todos y cada uno de los átomos de piedra, con la mirada centrada. El que cae y no se lleva la mierda consigo, cae estúpidamente.
Mañana voy a saber si mi sangre aún corre espesa, o solo estoy alucinando. Las invocaciones no fallan cuando hay que explotar.
En lo oscuro de la noche sigo viendo tus ojos, y por la quintaesencia de mi alma que me los voy a llevar.
No se a donde desvié el camino para terminar sentado acá, tomando agua para seguir despierto.

viernes, 17 de febrero de 2012

No juego más.

Antes de que el sol acabe con la noche, antes de que se quede seco el rocío del viento, antes de que me gane el sueño. No fue sino hasta un día tranquilo, quieto, que te vi. Y te veo igual que siempre, lastimada y defraudada alma que aprendió a pensar mal para acertar. Porque no creo que no tengas razón, es que no hablo. Debo decir sin embargo, que mil iras volcánicas explotan en mi lado oscuro viéndote aceptar... viéndote resignarte a ser igual. Un niñato, o al menos parte de él, no deberían hacer mella en los pasos que diste adelante, y sin embargo, ahí estás. Te veo tristemente igual. Dejé muchas cosas atrás de un soplido y todavía algunas sujetan mi mano. Otras tantas las guardé en mi bolso y ya no voy a sacarlas de allí. Pareciera que uno de los acertijos, es que el tiempo es una máquina a la que hay que aprender a descomponer. Me quedo pasando un lampazo al salón del corazón, que yo solo ensucié.

domingo, 12 de febrero de 2012

Me fui por la tangente

Lo que se muere nos retuerce. Estamos cerca de las estupideces del otro y lejos de las cosas importantes. A veces me gusta levantarme cuando todavía queda bruma en esta, la ciudad de piedra, que me da asilo hace ya un tiempo, que parece inmemorial. Y lo hago con la única intención de oler algo parecido a casa. 
La soledad te hace ver el mundo desde abajo y querer respirar cada bocanada con algún sentido que encienda las luces del amanecer.
Hacer algo útil, hacer algo para mí, hacer algo por los demás (que siempre es para mi), o ¿qué? ¿Es que todos ya tienen resuelto por qué, por quién, cómo? Yo no, y aún temo que el día en que piense tenerlo resuelto dudaré de mi razonamiento y sospecharé que estoy cometiendo algún error. 
Hace frío por acá, y es en vano que los vientos gélidos intenten recordarme que nos podemos quedar helados en un momento, porque lo se bien... tan solo en un momento. 
Con una llama tan efímera, de un tan retorcido y débil fuego, no se quien pueda soñar con arder una hoguera... 
A veces también es conveniente dejar de lado el dramatismo, el realismo y clavarse un más en la cabeza. Aunque siga sospechando de mis conclusiones.

martes, 7 de febrero de 2012

Holy Diver (in the midnight sea)

Debajo de un limonero, en el norte de la madre de la patria, el sol me adormecía y tomando vino espeso encontré todo lo mío perdido.
Con visión pesimista arranco la nueva era de mi tiempo. Estoy prolijamente atascado en un mar de sales que me secan hasta la ultima gota de creatividad y me vuelven una suela de zapato.
Pero allá lejos, todavía veo tu luz. Todavía escucho tu voz que no me deja. Y aunque tenga miedo, y aunque hubiera esperado más de mi, quiero tenerte para siempre.