viernes, 20 de junio de 2025

Melón

Todavía no estoy viejo. Puedo verlo en la imprudencia de mis pensamientos o en la codicia de mis planes, que no conocen del tiempo, de la energía ni de las pulsaciones aceleradas. 
No estoy viejo pero aclara el día y entreabro un ojo, expectante y templado como un antiguo maestro que conoce la determinación de cada minuto, aun sin mayor objeto que el de transcurrir.
Los días pasan raudos y no hay profetas. Líneas que solía escribir con diccionario me preguntan sobre filologías de su propia estética, y aun así sostengo que todavía no estoy viejo.
La tierra, el rítmo con el que laten las cosas... no puedo dejar de pensar que debería compartirlo con vos. Los pensamientos rancios que intentan cambiar lo que fue, hablarme allá a lo lejos. Pero no logro oirlos, no logro escapar hacia lo que siempre fue obvio.
Quizas mañana pueda amigarme con la idea de haberte sentido acá en mi corazón y aun así, no haber estado viejo para verlo.