“Pienso
ahora, en estos últimos instantes, que la mujer amada tiene algo que hemos
pintado nosotros…”
Alejandro
Dolina.
Trasciende la lógica
y toca las esencias, que antes de obrar hemos sido, antes de hablar hemos sido,
antes de ver hemos sido y no hay discusión al respecto. La falacia del amor muere
oculta y me deja un cadáver que me mira cada vez que recuerdo tus piernas, tu pelo
y tu risa. Cada una de tus nasales consonantes rechinando en el entrepiso,
guardando mañanas que no fueron, nevadas que no fueron, besos que no fueron.
Como una
estrella negra, ella escapó haciéndome huir, pues ofrece una lanza
incandescente que atraviesa el corazón y duerme allí, sin ánimos de enfriar el
más mínimo grado. Temo a veces despertar y saber lo que hoy sé: que todo he
sido yo, que nada ha tocado su ser y que se guarda rápidamente en un día de
lluvia cuando la aventura culminó.
Es dama de la
bruma, y por ello recuerdo cada vez menos su cara, por ello solo ansío odiarla,
por ello ya no está más su nombre en mi sien y aun late en mi. Será la condesa
de mi suplicio en mi noche de reyes, será por siempre esa que amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario