sábado, 24 de diciembre de 2011

Algún día seré claro.

Masterizar la mezcla me está costando bastante. Por lo pronto, es el primer diciembre que no es un quiebre simbólico. Es un quiebre real, y que casi puedo tocar.
Ni navidad, ni año nuevo, ni el día de los inocentes... soy yo. Hoy soy yo. 
Supongo que tardaré en escribir. No tengo inspiración... las ideas sobran, pero faltan las palabras, aunque a alguno pueda causarle gracia.
Seguro que mañana voy a brindar por las únicas dos que me faltan todos los días. La una que me falta por ley de vida, y la otra que me falta por la mierda del mundo y de las reglas del puto azar. Desde que no estás, algo en mi se cayó al piso y se astilló hasta más no poder. 
Pero hoy, me enciendo por los que no están, y pienso en caminar como un ejército de un solo hombre sin que nadie pueda pararme.
De todo lo que hice mal, voy a rescatar un par de cosas. Esas que me hicieron hijo profano de los dioses, esas que me hicieron hermano del amor, esas que me hicieron querido de mis queridos, esas que te hicieron hablarme tiernamente cuando no lo merecía. 
Pensando bien en hoy... se me dibuja una sonrisa que me sonroja... pero sonrisa al fin. Pensando en hoy, es que se que tengo mucho más de lo que podría pedir.

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