sábado, 3 de diciembre de 2011

Paqui

Nun pendello que hai xunto a un camiño,
unha noite de xiada naceu, un meniño pequeniño,
que parece do Ceo caeu...
¡Imos rapaces, cara Belén,
pói-lo Mesías din que vos é,
.... corramos todos bicarlle o pé...!

En los cuatro vientos que atraviesan y susurran en mi camino, escucho tu voz haciéndome escuchar distinto. Y es que a veces uno no es tan listo, si no le han dicho las cosas obvias. Mi mano es una estrella fugaz de tu mano, mis ojos son dos espadas determinadas antes de haberse forjado, a cortar la precisa línea necesaria. El precio del legado es personal, y sin embargo no pesa más que saber cierta la oportunidad de no haberlo tenido. Con hambre genial, sin haberle sentido el frío a la muerte... con el alma fuerte, he de proseguir delante... hemos de proseguir hasta olvidarnos de hablar. 

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